"Control Nature EasyWay" ¿De verdad nuestros jóvenes no saben realmente de sexo?

"Sigue habiendo detalles por mejorar y, con todo, el actual preservativo masculino es de las cosas más saludables que pudieron pasarnos en el terreno sexual, en las últimas décadas. El "indispensable" condón se ha consolidado como el método más usado (en esta parte del mundo) para prevenir embarazos y contagios de enfermedades de transmisión sexual, y siempre hay virtudes por añadir, comodidades por facilitar y errores por subsanar (como el incordio de tener que tirarlo sin uso, por haberlo desenrollado al revés).

Durex y Control se disputan el glorioso mercado tratando de adentrarse (literal y figurativamente hablando) en lo que les pasa en la cama a los consumidores. Y, justo es señalarlo, por ahora lo hacen con bastante elegancia.

A propósito del mundo al revés o el incordio del revés, Control -uno de los dos gigantes de la fabricación y distribución de condones en España- presentó ayer en Madrid su preservativo con aplicador, el Easy Way, y lo empaquetó con interesantes datos del I Barómetro de Control sobre cómo ligan los españoles jóvenes.

Sentí curiosidad por la innovación del aplicador y mientras asistía a la explicación técnica del primer desenrolle, pensé: ¿quién puede aventurar que no haya un antes y un después del aplicador, como sin duda ha ocurrido con los tampones o con el abrefácil de las latas de conserva? ¿No provocará este producto un cisma generacional entre quienes no se hacen al aplicador y los que solo saben utilizar los profilácticos de la reconocible tirita por un solo lado?

Por su parte, Durex acaba de anunciar quiénes son los que entran este mes en la Lovers Academy de Durex en Venecia para poner piel verdadera al servicio de un experimento en el que convivirán parejas de 24 países y cuyo fin es averiguar "qué mantiene la pasión entre las sábanas". El Durex Experiment se propone nada más y nada menos que "mejorar la vida sexual" de los participantes, algo con lo que, al parecer, el 54% de la población mundial no está satisfecho (según el propio informe Durex de Bienestar Sexual 2012).

El experimento de Durex comenzó la semana pasada y dura cuatro semanas. En Venecia se dan cita durante los primeros días las parejas elegidas (entre ellas, una española) para reunirse con la escritora y psicóloga Susan Quilliam, de quien van a recibir asesoramiento, y con Brendan Walker, experto en medir las reacciones emocionales de las personas ante determinados estímulos. Suponemos que este programa de aventuras sexuales dará a conocer sus resultados para que puedan aprovechar la experiencia también los que no han viajado a Venecia.

Mientras nosotros experimentamos, la carrera del preservativo ultraseguro, que no interrumpa los preliminares y que dé más placer (en fin, que parezca que no está puesto) se afina. De hecho, en un post anterior en el que nos preguntábamos cómo nos llevamos con el condón, dábamos cuenta del llamamiento de Bill Gates, a través de Twitter: "Can you invent a better condom?" ("¿Puedes inventar un mejor condón?") rezaba el desafío a diseñadores capaces de innovar en una materia que permite "salvar vidas".

El Easy Way que ayer presentó Control parece venir a dar esa batalla, sobre todo entre los más jóvenes. De ahí el aporte del Barómetro (una encuesta on line entre 2000 chicos y chicas de entre 16 y 32 años) acerca de cómo ligan los españoles. De la consulta surgen algunos datos muy interesantes como que la mitad de los que contestaron reconoce que su primera vez en la cama no fue del todo satisfactoria y, de hecho, el 22.6% de los consultados cambiaría a la persona con la que mantuvo su primera relación. Y hay datos que parecen de otra época, de otros mitos, como que en el 61% de los que se apuntaron al cuestionario asegura que no tendría sexo en la primera cita o que el 87,8% de las chicas y el 57.5% de los chicos creen que el hombre tiene que dar el primer paso en un acercamiento. Yendo al grano, en materia de quién pone el preservativo, se confirma que él, en un 63% de los casos, y que alguna vez lo ha intentado poner al revés, por equivocación, el 43% de los consultados.

Aquí hago un paréntesis, porque quiero mencionar (aunque brevemente por tratarse de un producto minoritario) el preservativo femenino, que también es hipoalergénico, seguro, no interrumpe los preliminares y ¡no ajusta!. Y con todas esas ventajas y alguna desventaja (es bastante más caro que los masculinos) resulta ser 'el gran olvidado' de los métodos anticonceptivos. De hecho, ninguno de los dos gigantes lo producen actualmente, aunque sabemos que no lo descartan... Y es que en los últimos tiempos ha vuelto a hablarse con fuerza a favor de un dispositivo que pone en manos de la mujer su propia protección. Es una reivindicación de sectores cercanos al feminismo, que claman por el acceso universal y a bajo coste, y de hecho, en algunos países africanos, se divulga su uso entre mujeres que no pueden convencer a sus parejas de utilizar condón. Eso sí: solo se consigue en tiendas eróticas o se encarga al farmacéutico.

Por úlltimo, el dato de buen rollito del Barómetro que citábamos es, a mi manera de ver, que el 52% de los encuestados reconoce que no podría estar sin mantener relaciones sexuales más de tres meses (aunque, luego, si hay que estar, se está) frente al 5% que afirma podría estar toda la vida en modo asexual." [Fuente: Anne Cé / ElPaís.com]

El artículo publicado, está muy bien pero... No sabemos si las marcas más conocidas de preservativos o el propio artículo, olvidan una clientela precursora de los usos del condón y bien sabida consumidora en potencia de preservativos. Esta clientela no es otra que la homosexual.

Aún no llegamos a entender que en anuncios de T.V., estas mismas marcas no lancen una campaña publicitaria mostrando parejas del mismo sexo, utilizando sus productos.

Por otra parte, los datos que revelan las encuestas son espeluznantes. Realmente ¿la gente no sabe aún colocar un preservativo? ¿Nuestros jóvenes están tan desinformados?... Da algo de miedo pensar que la educación sexual, así como la educación víal se han ido por el mismo sitio, es decir el retrete.